El Peugeot e-208 llega al segmento de los autos eléctricos cuando este se ha vuelto más competitivo que nunca. No solamente el Peugeot e-208 deberá afrontar al rey del segmento, el Renault Zoe, sino que además tendrá al enemigo en casa con el Opel Corsa-e.
Aunque en menor medida, también deberá sacar pecho frente al trío del grupo Volkswagen, compuesto por los Volkswagen e-Up, SEAT Mii Electric y Skoda Citigo iV, que apuestan por un precio de derribo en torno a los 20.000 euros. Veamos si Peugeot ha hecho los deberes con su nuevo vehículo eléctrico.
Con 4,05 metros de largo por 1,75 metros de ancho y 1,43 meros de alto, el Peugeot e-208 tiene las mismas dimensiones que un 208 con motor térmico. De hecho, salvo por unos detalles estéticos, es posible confundir un e-208 con una versión de gasolina o diésel. Aparte de la ausencia de tubo de escape, el e-208 se diferencia por las plaquetas del mismo color que la carrocería.
Desarrollado sobre la plataforma e-CMP, es decir una versión electrificada de la CMP del 208 térmico, el Peugeot e-208 se fabrica en exclusiva en Trnava, Eslovaquia. Técnicamente, comparte plataforma, batería y motor con el DS 3 Crossback E-Tense.
Comportamiento y carga del Peugeot e-208
Con un auto eléctrico, la cuestión de la disponibilidad de los puntos de carga y los tiempos de recarga son algo a tener muy en cuenta. Especialmente a la hora de plantearse la compra de un vehículo eléctrico o no. De hecho, la marca ha ideado para la red comercial un test de electrocompatibilidad para el cliente.
Es decir, asegurarse que en función del kilometraje anual, el tipo de recorridos que suele hacer, y la posibilidad de cargar en casa o en el trabajo, el potencial comprador salga del concesionario con el auto adecuado.
El interior tiene unas mejoras bastantes notables
El salpicadero es muy Peugeot, con el concepto i-Cockpit de volante diminuto y cuadro de instrumentos echado a la base del parabrisas, una consola central que destaca por su pantalla multimedia de tipo flotante y la serie de botones para controlarla que recuerdan las teclas de un piano.

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Los materiales utilizados son agradables al tacto y dotan al acabado GT de una calidad percibida correcta, acercándose a un cierto toque premium. Sensación que desaparece en los acabados inferiores. En todo caso, los acabados son correctos, aunque Peugeot debe mejorar los ajustes de algunos elementos, por ejemplo la alineación entre el salpicadero y los paneles de puertas.
Comportamiento sorprendente en el volante
Sentarse al volante del Peugeot e-208 es recordar los mismos puntos positivos y negativos que en los otros modelos de la gama en cuanto a la posición de conducción. A nivel de ajustes de asiento y volante, es fácil encontrar una posición ideal. Hasta que se te da por mirar el cuadro de instrumentos y ves que el volante tapa una parte de la información.
Los primeros kilómetros evidencian unas suspensiones más firmes que en las versiones térmicas. Y es que con 350 kg de batería, los muelles han de ser necesariamente más duros y el tarado de los amortiguadores algo más firme. Es algo que se nota especialmente en zonas urbanas a baja velocidad al pasar sobre badenes y resaltos.
La valoración para este auto
En términos de autonomía, la problemática de los puntos de recarga es decir la disponibilidad, tiempo de carga y coste, a día de hoy, más que la propia autonomía del Peugeot e-208, es la que condicionará su uso. Con un mínimo de 220 km, tampoco es un auto cuyo uso sea exclusivamente reservado a la ciudad, pues permite realizar alguna escapada cercana.
En definitiva, el Peugeot e-208, con un precio y un comportamiento correcto, este contará con su diseño, habitabilidad y tacto de conducción para intentar destacar.
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