El icono de la ciudad parisina se vio vestida de luces en un evento especial gracias a la colaboración de Toyota.
La Torre Eiffel de París en varias oportunidades se ha iluminado por eventos especiales, la primera vez sucedió en 1922 gracias a Citroën, pero esto nunca había sucedido de una forma sustentable.
Como parte del evento “Le Paris de l’hydrogène” (El París del hidrógeno) organizado por Energy Observer, Toyota tuvo el trabajo de iluminar de verde a la estructura más emblemática de París con la nueva tecnología de pila de combustible de hidrógeno.
Para conseguir esta increíble iluminación, los ingenieros de Toyota hicieron la instalación de una de sus pilas de combustible dentro del generador de hidrógeno GEH2 desarrollado por Energy Observer Developments.
Diferenciándolo del petróleo, que se trata de la forma más básica de energía que puede extraerse del suelo, el hidrógeno también es un portador de energía. Eso significa que se produce haciendo uso de otras fuentes de energía primarias como el carbón, petróleo, gas natural, etc. De igual forma, puede originarse desde fuentes de energía renovable como la energía solar o eólica.
En la actualidad el precio del hidrógeno se basa en el costo de producción, el costo de transporte y los gastos operativos requeridos para manejar una estación de recarga de hidrógeno. De igual forma, para cumplir sus objetivos de masificación, los gobiernos deben lograr que el hidrógeno sea más competitivo desde el punto de vista de los precios para obtener economías de escala por medio de la producción en masa y la distribución al público interesado.
Uno de los beneficios es que el hidrógeno se puede almacenar en estado gaseoso o líquido. También se puede transformar en un compuesto distinto con fines de ser almacenado.
En el caso de un automóvil a hidrógeno, la energía viene del proceso electroquímico que se produce al mezclar hidrógeno con oxígeno. En pleno proceso de esta mezcla, se producen celdas de combustible que dan origen a electricidad para alimentar el motor eléctrico.
A diferencia de los autos eléctricos con batería, la autonomía es comparable a los de los automóviles y camiones habituales. Aunque, es evidente que se requiere de un tanque para almacenar el hidrógeno en el propio auto, lo que resta espacio e incrementa el peso.
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Probablemente el mayor beneficio es que los vehículos propulsados por hidrógeno no generan contaminación, solo emiten vapor de agua a través del tubo de escape.
Redacción: GossipVehículo y Fuente: autocosmos