El 8 de septiembre, la Policía Local de Sant Cugat (Barcelona) arrestó a seis personas, cinco españoles y un chileno, por viajar en un automóvil de cinco plazas con matrículas diplomáticas. El vehículo llamó la atención de los agentes no solo por el número de ocupantes, sino también por las placas diplomáticas. Los ocupantes del vehículo intentaron evadir a la policía, lo que resultó en una peligrosa persecución que terminó con el automóvil diplomático accidentado.
Los Mossos d’Esquadra detuvieron a los seis ocupantes y se descubrió que uno de ellos era el hijo del cónsul de Chile en Barcelona, Jaime Ferraz. Además, se encontraron pruebas de que habían intentado robar una tienda de telefonía móvil en la misma localidad utilizando un método similar a un «pseudo-alunizaje» al lanzar tapas de alcantarillas contra el escaparate de la tienda.
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Aunque en este caso el robo no se pudo completar, la investigación inicial ha vinculado a este presunto grupo de ladrones con otros robos con fuerza similares que ocurrieron en agosto pasado. En todos estos casos, los ladrones habrían utilizado el mismo vehículo diplomático para desplazarse. Desde la detención y el accidente del pasado viernes, el vehículo ha sido mantenido en las instalaciones de la policía, pero aún no ha sido registrado.
Según se informa, los agentes de la División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra están esperando obtener la autorización necesaria para registrar el vehículo, ya que al ser un automóvil diplomático, se requieren permisos adicionales para llevar a cabo el registro.
Sin embargo, desde el exterior, se puede observar un conjunto de herramientas de ladrón, incluyendo pasamontañas, guantes, destornilladores y algunas tapas de alcantarillado, que son los objetos utilizados para llevar a cabo estos «pseudo-alunizajes».
Los Mossos d’Esquadra han iniciado una investigación para determinar si este grupo de presuntos ladrones está relacionado con robos anteriores. Sin embargo, los detenidos fueron puestos en libertad con cargos y se les impusieron medidas cautelares. A los cinco españoles se les ordenó comparecer en dependencias judiciales cada 15 días, mientras que al chileno, hijo del cónsul, se le impuso la misma medida pero con la obligación de comparecer semanalmente para garantizar que no escape del país.
Redacción GossipVehículo con fuente eltaquigrafo.com
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