Una combinación de velocidad, falta de pericia, alcohol y drogas provocaron 42 accidentes durante el primer semestre de 2021 en donde las motocicletas están involucradas.
El accidente del pasado domingo 15 de agosto en la carretera México-Cuernavaca en donde perdieron la vida seis personas abrió diversos debates respecto a la velocidad y las motocicletas.
Es necesaria la regulación de las ventas de vehículos motorizados y la creación de la verdadera licencia basada en la capacitación, la seguridad vial, la nula vigilancia y el derecho a la movilidad.
En el trascurso de la semana, los mensajes inundaron las redes sociales. Algunos lamentaban la tragedia, otros exhibieron contra los piteros que utilizan la carretera como autódromos. El odio también se hizo presente en las redes.
Existen una gran cantidad de clubes de motociclistas en México. Los hay de los llamados Chopers, pequeñas bandas que viajan en formación haciendo turismo, en la mayoría de los casos respetando la velocidad permitida, en cómodas Harley Davidson.
Hay otros, los llamados Piteros o Pisteros que son más peligrosos. El riesgo estriba en que las motocicletas que usan son las llamadas de pista. Regularmente tienen motores de hasta mil centímetros, lo que le permite pasar de 0 a 200 KM en 10 segundos.
Estos motociclistas representan la gran mayoría y circulan cada fin de semana en la Ciudad de México a Tres Marías o hasta Cuernavaca. La combinación entre velocidad, falta de pericia, alcohol y drogas, ha provocado hasta 42 accidentes en el primero semestre de 2021 según la información de Caminos y Puentes Federales (Capufe).
Esto quiere decir que, cada fin de semana, la Autopista México-Cuernavaca, de apenas unos 70 kilómetros presenta uno o dos accidentes que involucran estos vehículos.
El gran problema no es el hecho de que puedan derrapar, sino que también pueden implicar otros vehículos, como el pasado domingo.
De enero a julio de este año, se registraron 46 personas lesionadas y sólo habían muerto dos personas.
“La moto es una extensión de tu alma”
La tradición de terminar el fin de semana en Tres Marías, probablemente haya comenzado con la escena en la que Pedro Infante y Luis García salieron a ablandar sus motos en la película a Toda Máquina de 1951.
Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, al norte de Morelos, recibe entre 2 mil y 3 mil motocicletas cada fin de semana convirtiéndose en un escaparate para la masculinidad hegemónica.
Alberto Carrillo, presidente de Motociclistas Unidos de la Ciudad de México y el área Metropolitana dijo lo siguiente por esta situación: “Lo importante para los piteros es usar el traje de Superman y salir a probarse. No importa si no saben usar la moto, se suben y luego andan presumiendo que hicieron 17 minutos en recorrer los 50 o 60 kilómetros”.
Además, en México no existe un control sobre la venta de motocicletas, el único filtro es el económico.
“Quien tiene 300 mil pesos o más, acude a cualquier tienda y compra una moto de pista y ahí mismo te la activan, te la entregan y sin siquiera preguntar si la sabes manejar, te la llevas”, asegura.
Redacción Gossip vehículos con información de proceso.mx