El mercado de los vehículos blindados es muy competitivo, pues múltiples empresas desean ofrecer el producto más seguro y confiable por si se presenta algún ataque. INKAS es una compañía dedicada a dicho rubro, y recientemente obtuvo la certificación VPAM VR7. La empresa demostró por qué ganó dicha clasificación en uno de sus autos que fue puesto a prueba con explosivos y balística en un Toyota Land Cruiser 300 blindado.
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VPAM no es más que un estándar de resistencia balística de automóviles en Alemania y VR7 indica que el vehículo es capaz de soportar ráfagas de calibres 7,62×51 y 5,56×45, sin embargo, las pruebas de esta Toyota superaron todos los límites, ya que resistió más de 780 rondas de municiones de diferentes calibres.
INKAS también consiguió una certificación de nivel 2 STANAG4569, un estándar impuesto por la OTAN para la protección de ocupantes en modelos logísticos y blindados ligeros. El Toyota resistió un total de seis granadas en el techo, cuatro debajo de la camioneta y 15 kilos de TNT que no consiguieron penetrar en la cabina.
Lo que hace que INKAS llegue a tales niveles de excelencia, es que, aparte de proteger la carrocería y los ocupantes, la empresa también blinda el tanque de combustible, la ECU, el servofreno y la batería. Todas estas características permiten que el auto siga funcionando luego de un posible ataque e incluso, si los neumáticos consiguen resistir, será posible emprender una huida.
Redacción por Gossip Vehículo y fuente Periodismo del Motor.
