La cuarta generación del Kia Sportage (2016-2022) fue, sin rodeos, una declaración de intenciones. Kia realmente se lució con esta camioneta. Le pusieron un diseño atrevido esa parrilla «Nariz de Tigre» fue icónica, le dieron un interior con acabados que se sentían de auto europeo y lo cargaron con un equipamiento de lujo que, para la época, era una locura en ese segmento. No es de extrañar que se convirtiera en el objeto de deseo de miles de familias en México.
Este SUV marcó un antes y un después, consolidando a Kia como una marca que jugaba en las ligas mayores, compitiendo de frente y sin complejos contra pesos pesados como la Honda CR-V, la Toyota RAV4 y la Nissan X-Trail. Hoy, esos modelos 2016 a 2022 están inundando el mercado de seminuevos y, seamos honestos, sus precios son más que tentadores.
Pero aquí viene la pregunta del millón, la que todos nos hacemos al ver una buena oferta: ¿vale la pena comprar una Sportage usada? ¿Cómo le ha ido con el paso del tiempo? Y, quizás lo más importante, ¿son reales esos rumores que circulan sobre la fiabilidad de sus motores? Nos pusimos la camiseta de investigadores para desmenuzar los problemas más comunes que reportan sus dueños y los boletines técnicos, y así darte un diagnóstico completamente honesto.
Contenido Verificado por Expertos
Para este análisis, la opinión de un experto es, sencillamente, crucial. Por eso, hemos contado con la colaboración de Jorge Soto, un Técnico Mecánico Automotriz con una trayectoria impresionante de más de 20 años. Gracias a su experiencia directa diagnosticando y reparando estas camionetas, Jorge nos da una visión sin filtros sobre ese temido y famoso problema de los motores GDI y nos aclara, por fin, qué tan serias son realmente las otras fallas que reportan los dueños de la Sportage.
Aclaración Importante: La Historia de Dos Motores

Para que podamos entender bien la fiabilidad de la Sportage, primero debes saber que, cuando se vendió en México, venía con dos corazones mecánicos muy diferentes, casi como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde:
- El Confiable (Pero Lento): El Motor 2.0L MPI (Inyección Multi-Port). Este era el motor que encontrabas en las versiones de entrada, como la LX o la EX. Piensa en él como un motor de la «vieja escuela»: es simple, robusto, fácil de mantener y, lo más importante, no padece de ninguno de los dolores de cabeza graves de los que hablaremos en breve. Es la opción segura, aunque menos emocionante.
- El Problemático (Pero Potente): El Motor 2.4L GDI (Inyección Directa de Gasolina). Este motor sí que está en el ojo del huracán. Lo montaban las versiones más equipadas (EX Pack, SXL) y es la razón de toda la controversia. Pertenece a la infame familia de motores «Theta II», una serie que, tristemente, es conocida a nivel mundial por sus fallos.
Es fundamental entender esta distinción: los problemas graves de uno, simplemente no aplican para el otro. ¡Elegir el motor correcto es la clave de todo!
Problemas y Fallas Comunes del Kia Sportage (2016-2022)
1. Consumo de Aceite y Falla Catastrófica
Este es, sin duda, el asunto más serio. No es una simple molestia menor, sino una amenaza de fallo potencial.
- Los Síntomas:
- Consumo Excesivo de Aceite: Es la señal temprana. Si tu motor empieza a gastarse el aceite, ¡presta atención!
- Humo Azul por el Escape: Observar esa estela azulada, especialmente al encender el auto en frío o al acelerar a fondo, es una indicación clara de que el aceite se está quemando dentro.
- «El Golpeteo de la Muerte» (Rod Knocking): Este es el sonido que te eriza la piel: un «clac-clac-clac» metálico y rítmico que aumenta con las revoluciones. Si llegas a este punto, es virtualmente tarde; el motor está a punto de desbielarse (fundirse).
- La Causa Probable:
- Estamos ante un complejo problema de diseño en los motores «Theta II» GDI. La inyección directa, sumada a anillos de pistón que no sellan correctamente, permite que el aceite se cuele y se queme. Esta deficiencia provoca una lubricación insuficiente que termina por destruir los cojinetes de biela y, finalmente, el motor completo.
- Qué Hacer:
- ¡REVISA EL ACEITE SEMANALMENTE! Si manejas un 2.4 GDI, la bayoneta es tu mejor aliada. Nunca confíes únicamente en la luz del tablero.
2. Motor 2.0L MPI – Lento pero Seguro
Este motor es la cara opuesta al 2.4L GDI; no arrastra consigo los fallos catastróficos, pero su principal queja es justo la contraria: su desempeño.
- Los Síntomas:
- Falta de Potencia: Esta es la queja universal de todos sus dueños. El motor de 153 caballos de fuerza se siente innegablemente «sonso» o «justo» para el peso de la camioneta. Lo notarás especialmente cuando intentes rebasar en carretera o en subidas pronunciadas, donde simplemente le falta ese «punch».
- Ruido «Ticking» al Encender: Similar a lo que ocurre en el Forte, algunos propietarios reportan un leve ruido de «máquina de coser» al arrancar en frío. Afortunadamente, este sonido suele desaparecer una vez que el motor alcanza su temperatura normal de operación.
- Qué Hacer:
- El molesto ruido de «ticking» puede mitigarse significativamente utilizando un excelente aceite sintético de alta calidad.
- En cuanto a la falta de potencia… es un mal necesario con el que hay que aprender a convivir. La lentitud es el precio que se paga por tener un motor mucho más simple y confiable a largo plazo.
3. Falla del Compresor del Aire Acondicionado
Prepárate, porque esta es la segunda queja más recurrente que escuchas de los dueños de la Sportage, y lo peor de todo: le da a todos, sin importar si tienes el motor confiable o el problemático (2.0L o 2.4L). Si vives en un lugar donde hace calor, esta falla puede ser un verdadero suplicio.
- Los Síntomas:
- Se Detiene Sin Avisar: Es un cambio repentino y frustrante.
- Sonidos de Alarma: Justo antes de que colapse, puedes escuchar un fuerte «clic» o un «zumbido» metálico que viene del motor. Es el compresor dando su último aliento.
- El Aire Condicional: ¿Sientes que solo enfría cuando vas a toda velocidad en carretera? Si deja de funcionar por completo cuando estás atorado en el tráfico o parado en un semáforo, ya tienes el diagnóstico en mano.
- La Causa Probable:
- El principal culpable es el fallo prematuro del compresor de aire acondicionado. Aunque el compresor completo puede morir, muchas veces el verdadero traidor es el embrague (o clutch) que se encarga de activarlo, que se quema o se daña antes de tiempo.
- Qué Hacer:
- Aquí viene la mala noticia: es una reparación que golpea fuerte al bolsillo. Para solucionarlo, casi siempre necesitas el reemplazo total y completo del compresor de A/C, seguido de una recarga profesional para que el sistema vuelva a funcionar.
4. Ruidos de Suspensión (Bujes y Bieletas)
Esta es la queja más común en cualquier auto y ha sufrido el castigo diario de circular por nuestras calles llenas de baches.
- Los Síntomas:
- El Molesto «Clunk»: Presta atención a un golpe sordo, un «clunk» o «clack» que aparece justo debajo de tus pies. Es un ruido que te avisa que algo se está moviendo de más cada vez que caes en un bache, pasas un tope o te enfrentas a un tramo de empedrado.
- Sensación de Flotación: Además del ruido, el frente de la camioneta puede sentirse con un ligero «juego», como si hubiera perdido esa firmeza y solidez que tenía cuando era nueva.
- La Causa Probable:
- No es un fallo grave, es un simple caso de fatiga de material. Los principales culpables son dos elementos que ya cumplieron su ciclo: las bieletas (o links de la barra estabilizadora) y los bujes de horquilla. Son piezas que absorben el castigo y terminan por ceder.
- Qué Hacer:
- La mejor noticia es que no tienes que preocuparte demasiado. Arreglar esto es una reparación rutinaria y relativamente económica. Es el precio de haberle dado un uso real a tu camioneta en el día a día.
Llamados a Revisión (Recalls) y Boletines de Servicio (TSBs)

Es crucial saber que esta generación de la Sportage no se salvó de los llamados a revisión. Tuvo múltiples Boletines de Servicio Técnico (TSBs) y campañas de gran importancia, concentradas casi enteramente en el motor 2.4L GDI.
1. Campaña del Sensor de Detonación (KSDS): El Parche Salva-Motor
Esta es la campaña más importante que debes verificar. No es una reparación física, sino una actualización de software. Este sistema (el KSDS) tiene la capacidad de «escuchar» el motor a través de los sensores. Si detecta el temido golpeteo de biela que anuncia el colapso, inmediatamente pone el auto en modo de protección (Limp Mode), limitando drásticamente la potencia.
2. TSBs de Consumo de Aceite: El Diagnóstico Oficial
También existieron diversos TSBs que especificaban el procedimiento exacto de diagnóstico que las agencias debían seguir. Estos boletines sirven para que los técnicos midan el consumo real de aceite del motor y determinen si ese desgaste es tan excesivo que el motor es candidato oficial a un reemplazo completo bajo garantía (si aún aplica).
- Acción Obligatoria: Sé un Detective
Si estás pensando seriamente en comprar una Sportage usada (especialmente una con el temido motor 2.4 GDI), tienes una tarea fundamental: Consulta el VIN (Número de Serie) del vehículo. Debes verificar su historial tanto en la plataforma de Profeco (para recalls en México) como directamente en una agencia Kia.
El Veredicto del Mecánico (Jorge Soto)
«Aquí la cosa se pone seria y hay que ser brutalmente honestos: el Sportage de esta generación es un auto de dos caras completamente opuestas.
Si estamos hablando del motor 2.0L MPI (el de 153 caballos), tienes luz verde. Este motor es un tanque de guerra. Es esencialmente el mismo motor confiable que hizo famoso al Forte; es lento, sí, tendrás que ser paciente en carretera, pero es absolutamente leal. Esa versión la recomiendo con los ojos cerrados, es un verdadero caballo de batalla que te dará muy pocos problemas graves.
Ahora, si hablamos del motor 2.4L GDI... eso es una ruleta rusa. Yo, personalmente, he visto motores de estos completamente desbielados con apenas 80,000 kilómetros. El riesgo es real y es grave. Si el dueño anterior no fue religioso con el cambio de aceite sintético cada 10,000 km (o incluso antes) y no revisaba el nivel semanalmente, te garantizo que ese motor no va a durar. Además, no olvides la falla del compresor de A/C, que si bien no te detiene, es muy común y tremendamente molesta.
Mi consejo es directo y sin rodeos: si puedes elegir, compra la versión 2.0L MPI. Sí, sacrificarás esa potencia extra y el equipamiento tope de gama, pero a cambio obtendrás tranquilidad total. Si por alguna razón debes comprar la 2.4 GDI por el equipamiento, tu obligación es exigir un historial de servicios impecable y, lo más importante, haz que un taller experto le haga una endoscopía a los cilindros antes de firmar cualquier papel.»
Recomendaciones para Propietarios y Compradores
• Para Propietarios (del 2.4 GDI):
- El Ritual Semanal del Aceite: ¡Revisa la Bayoneta Cada Semana! Esto no es una sugerencia, es tu seguro de vida para el motor. El 2.4 GDI consume aceite y no te avisa hasta que es demasiado tarde. Mirar la bayoneta cada siete días es la única manera de saber si está «bebiendo» aceite y de salvarlo de la catástrofe por falta de lubricación.
- No Escatimes en Lubricación: Solo Aceite Sintético Premium. Tu motor es sensible y castiga la avaricia. Usa únicamente el mejor aceite sintético, en la viscosidad exacta que pide el manual. Si intentas ahorrar en el lubricante, créeme, la factura que te pasará el motor completo será muchísimo más alta.
- Verifica tu Escudo Protector: La Actualización KSDS. Usa el VIN para confirmar que tu auto ya recibió la actualización de software KSDS. Este es el sistema que puede escuchar el fatal golpeteo interno. Es tu última esperanza: si detecta el fallo, pondrá el auto en modo de protección para que no se destruya por completo.
• Para Compradores de Seminuevos:
- ¡Ve por la Tranquilidad: Prefiere el 2.0L MPI! Sé honesto contigo mismo: a menos que el equipamiento de lujo sea tu prioridad absoluta y estés dispuesto a vivir con el riesgo del motor 2.4 GDI, tu mejor opción es el 2.0L MPI. Su fiabilidad a largo plazo es, simplemente, infinitamente superior. Sacrifica la potencia y gana una paz mental invaluable.
- La Prueba de Estrés del A/C: Durante tu prueba de manejo, no seas tímido. Pon el aire acondicionado a máxima potencia y déjalo funcionar sin parar durante 10 minutos. Escucha con atención: debe enfriar sin esfuerzo, y no debe hacer ruidos extraños como chasquidos o zumbidos metálicos. Si falla esta prueba, sabes que te espera una reparación costosa.
- El Historial del 2.4 GDI: ¡Sin Excusas! Si insistes en comprar el 2.4 GDI, el historial de servicios no es opcional: es una necesidad. Si el dueño anterior no puede demostrar un historial de mantenimiento impecable y riguroso, especialmente con los cambios de aceite sintético, eso es un «NO» rotundo. Aléjate de esa unidad de inmediato.
Conclusión
El Kia Sportage (2016-2022) se mantiene increíblemente vigente, sigue siendo uno de los SUVs más atractivos en el mercado de seminuevos, pues su diseño, sencillamente, no ha envejecido un solo día. No obstante, es un vehículo que esconde una verdad crucial: una «historia de dos motores» que define totalmente tu experiencia como dueño. Si tu decisión es comprar la versión con el motor 2.0L MPI (las variantes LX o EX), estás adquiriendo un vehículo sólido. Es lento, sí, te pedirá paciencia en carretera, pero es extremadamente confiable. Tus únicas preocupaciones serán los mantenimientos rutinarios y las fallas comunes por desgaste.
Ahora, si te inclinas por la versión equipada con el motor 2.4L GDI (EX Pack o SXL), debes saber que estás comprando un vehículo de alto riesgo. Aunque tendrás mucho más equipamiento y potencia, el fantasma de la falla catastrófica de motor es real y requiere de ti una vigilancia obsesiva (además de una dosis de suerte) para evitar un desastre mecánico. En resumen: el 2.0L es la compra inteligente, el 2.4L es la apuesta arriesgada.
Redacción por Gossipvehículos






































