El aluminio es un material liviano que se utiliza con frecuencia para las llantas y ruedas, y le da a cualquier automóvil una sensación fantástica de elegancia. A pesar del evidente atractivo estético de las llantas, hay muchas formas útiles de utilizar este tipo de piezas de automóviles. Entender cómo limpiar las llantas de aluminio es sencillo debido al brillo y la resistencia superior del metal en comparación con las llantas de acero, así como a lo mucho más fácil que es mantenerlo.
Cómo Limpiar y Restaurar las Llantas de Aluminio y Prevenir la Oxidación
Te ayudaremos a aprender rápidamente cómo restaurar las llantas de aluminio a su condición y apariencia original al eliminar la oxidación. Puedes limpiar fácilmente tus llantas para obtener un brillo reluciente y un rendimiento sin compromisos utilizando solo algunos suministros y herramientas.
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Vamos a aprender cómo limpiar tus llantas, eliminar la oxidación y evitar la acumulación futura de oxidación en este artículo.
¿QUÉ ES LA OXIDACIÓN?
La corrosión es un subproducto de la oxidación, no es lo mismo. Cuando un metal se expone a un agente oxidante, como el aire, se produce la oxidación. Esto resulta en que el metal, especialmente el aluminio, forme una capa fina y gruesa de un elemento llamado óxido de aluminio. Esta película protege el metal contra la corrosión. Dado que el aluminio es increíblemente resistente a la corrosión, pasará mucho tiempo antes de que esto ocurra. La corrosión no comienza hasta que la película endurecida comienza a desprenderse.
El metal de aluminio utiliza la oxidación como un tipo de auto-curación y protección. Si bien es positivo que se defienda contra la corrosión, esto indica que la corrosión puede ocurrir pronto. Además, no se ve muy bien en tus llantas. La oxidación del acero tarda más en ocurrir que la oxidación del aluminio. La superficie rugosa y blanca de tus llantas es el resultado de los fuertes enlaces que los átomos de aluminio forman con el oxígeno. Por cierto, el aluminio no se oxida. Solo los metales ferrosos pueden oxidarse, sin embargo, el aluminio puede desarrollar oxidación posterior si los metales ferrosos se raspan o se incrustan en él.
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CÓMO RESTAURAR LAS LLANTAS Y ELIMINAR LA OXIDACIÓN
Es bastante fácil y rápido eliminar la oxidación de tus llantas. Los pasos para eliminar la oxidación y restaurar las llantas son los siguientes:
PASO 1: EXAMINA SI HAY RECUBRIMIENTOS
El primer paso es verificar si hay algún recubrimiento en la llanta. Algunas llantas de aluminio tienen una capa transparente aplicada sobre el aluminio para protegerlo y evitar la oxidación. Debes determinar si tienes un recubrimiento o no.
Aplica una pequeña cantidad de pulimento en una ubicación oculta utilizando un paño de microfibra limpio. El aluminio que ha sido oxidado dejará un residuo negro en el paño cuando retires el pulimento, lo que indica que el metal está desnudo. Si no hay ningún residuo negro, hay un recubrimiento presente.
PASO 2: LAVA LAS LLANTAS CON AGUA
Quita la mayor cantidad de suciedad de tus llantas antes de usar cualquier jabón o limpiadores. Al hacerlo, te aseguras de que el metal esté completamente descontaminado cuando lo limpies, pulas o sellas. El método más sencillo es usar un chorro fuerte de agua de una manguera para rociar las llantas de tu automóvil.
Asegúrate de empapar completamente todos los componentes de las llantas durante el proceso de enjuague y llega a todos los recovecos del diseño. Cuando hayas terminado, sécalas con un paño de limpieza de microfibra.
PASO 3: LIJA LAS LLANTAS
Lija las llantas comenzando con papel de lija húmedo/seco de grano 400 para eliminar picaduras, arañazos y raspaduras. Comienza con papel de lija más grueso, como grano 240 o 320, si tienes picaduras o arañazos más profundos. Por lo general, lijar a mano produce los resultados más efectivos, pero si deseas ahorrar tiempo y tienes llantas que no son difíciles de alcanzar con una lijadora orbital o una amoladora angular, puedes intentar usar un disco de lijado para hacer la mayor parte del trabajo. Lija la superficie hasta que se eliminen todas las picaduras y arañazos.
Después de alisar la superficie con papel de lija de grano fino, sube a grano 800 o 1000 para eliminar cualquier irregularidad o aspereza. El polvo de lijado se puede eliminar con un paño de microfibra limpio y seco.
PASO 4: LAVA Y SECA
Enjuaga las llantas, los neumáticos y los pozos de las ruedas una vez más con tu manguera para eliminar todo el jabón y el limpiador. Limpia estas áreas a fondo, asegurándote de llegar a los espacios entre los radios y las tuercas de los pernos. Para secar tus llantas, usa un paño de microfibra suave y fresco. No se recomienda secar al aire, ya que esto puede provocar manchas.
PASO 5: PULIDO
Pule tus llantas, ahora limpias y libres de oxidación, usando tu compuesto preferido. Aplica el pulimento metálico con un paño de microfibra seco y limpio, un disco de pulido de fieltro o un pulidor eléctrico en forma de bola. Asegúrate de cubrir toda la llanta antes de terminar limpiando la llanta con un paño nuevo.
CÓMO EVITAR LA OXIDACIÓN DE LAS LLANTAS DE ALUMINIO
No hay mucho que puedas hacer para evitar que ocurra la oxidación debido a la estrecha interacción entre el oxígeno y el aluminio. Sin embargo, ignorar la oxidación puede provocar corrosión, que es altamente peligrosa y algo que querrás evitar. Para evitar la corrosión o la oxidación del aluminio en el futuro, debes aplicar un recubrimiento protector y limpiar tus llantas regularmente.
RECUBRIMIENTOS PROTECTORES
Para ayudar a prevenir la corrosión, puedes recubrir tus llantas de aluminio con una variedad de recubrimientos protectores. Los ejemplos más típicos son:
- Pintura
- Recubrimientos en polvo
- Anodizado
- Cera
Redacción por Gossipvehículos
