Hay vehículos que trascienden el tiempo y definen una era, y ese es precisamente el caso del Honda Accord de los años 1996 y 1997. Si eres parte de la generación que supera las tres décadas, es muy probable que tengas en la memoria el momento en que este modelo hizo su aparición en las vías. Representaba un verdadero indicio de éxito y estabilidad.
Sin embargo, su relevancia en la historia va más allá de ser un simple distintivo de estatus social: este fue el primer coche que la compañía Honda ensambló de forma oficial en territorio mexicano, específicamente en su instalación de El Salto, Jalisco. Se convirtió en el modelo inaugural que demostró que un automóvil de origen japonés podía ofrecer lujo, amplitud interior y una durabilidad envidiable, sin requerir reparaciones constantes cada fin de semana (una clara indirecta al Chrysler Spirit).
Actualmente, a casi 30 años de su lanzamiento, estos ejemplares, verdaderos «héroes de la carretera», continúan en circulación. Ya no poseen el valor de una propiedad, sino el equivalente al de una motocicleta económica. Pero, ¿es sensato considerar la adquisición de un vehículo del año 1997 en nuestros días? ¿Cuáles son los puntos débiles o achaques que aquejan a este precursor de la producción de Honda en México?
Contenido Verificado por Expertos
Para adentrarnos en los detalles de este clásico, es fundamental contar con la voz de la experiencia. Jorge Soto, nuestro mecánico de confianza, adquirió sus primeras habilidades utilizando el sistema de diagnóstico OBD1 precisamente al reparar estos propulsores F22. Él tiene un conocimiento exhaustivo de estos vehículos, pieza por pieza, y será quien nos aclare si vale la pena invertir en la restauración de uno de ellos o si, por el contrario, es mejor que descanse en el depósito de chatarra.
Aclaración: La «Edad de los Metales»
Mira, antes de empezar a desmenuzar sus posibles fallas, es fundamental que nos pongamos en contexto. El Accord de los años 96 y 97 es un verdadero hijo de lo que llamamos cariñosamente la «Época de Oro» de Honda.
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Lo que Amamos (Ventajas): Sus motores (los de la famosa Serie F) son auténticos tanques; aguantan maltratos que parecen inhumanos. La visibilidad es un lujo hoy en día, gracias a esos postes tan delgados, y la suspensión de doble horquilla hace que el manejo sea, sencillamente, una delicia.
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La Cruda Realidad (Desventajas): Estamos hablando de un carro que está a punto de cumplir 30 años. Las piezas de hule, las mangueras y todos los plásticos ya rindieron su vida útil hace mucho tiempo. Por eso, no te extrañe que muchos de los «dolores» que le salen no son por un mal diseño, sino por pura y simple vejez.
Las 5 Fallas Legendarias del Accord (1996-1997)

Si tomas la decisión de adquirir uno de estos, es casi seguro que enfrentarás (o ya lo hiciste) al menos una de estas problemáticas. Son los fallos que se consideran «clásicos» o de manual en cualquier modelo Honda fabricado durante la década de los 90.
1. El Misterio del «Main Relay» (Relevador Principal)
Esta es considerada la falla principal de los Honda de los noventa. Experimentarla es casi como un rito de iniciación.
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La Señal de Alarma: Vas a algún lugar, detienes el motor, haces tus compras, regresas en unos diez minutos y… el carro se rehúsa a encender. El motor de arranque funciona (gira), pero no logra arrancar. Dejas pasar unos veinte minutos con el capó levantado, el motor se enfría y, ¡prende sin problemas!
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¿Qué lo Provoca?: El Relé Principal (Main Relay), que se encuentra debajo del tablero, cerca de los pedales, es el encargado de gestionar la bomba de combustible. Con el paso de los años, las conexiones de soldadura de estaño en su circuito impreso se fisuran. Cuando la temperatura sube (debido al sol o al calor del motor), el metal se dilata, el contacto se interrumpe y, por ende, se corta el suministro de gasolina.
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Cómo se Arregla: La solución es reemplazar el relé (es una pieza económica) o, si tienes destreza con el soldador, reforzar los puntos de soldadura antiguos.
2. Distribuidor: La Muerte Súbita
A diferencia de esos autos modernos con una bobina para cada bujía, este Accord sigue usando el sistema tradicional con distribuidor mecánico.
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La Señal de Alarma: Vas en carretera y el carro se muere de la nada. O puede que en las mañanas le des a la llave y simplemente no haya chispa para encender.
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¿Qué lo Provoca?: Adentro del distribuidor hay dos culpables: el pequeño Módulo de Encendido (Igniter) y la bobina, que se terminan quemando por el desgaste. Además, el retenedor del distribuidor es famoso por gotear aceite, y al llenar la tapa por dentro, genera un desorden que causa las fallas de encendido.
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Cómo se Arregla: Lo más práctico es cambiar el distribuidor entero. Es una reparación que se hace en unos 20 minutos y con eso el motor vuelve a respirar.
3. Fugas de Aceite «Marca de la Casa»
Si te encuentras con un Honda de los noventa que no esté dejando ni una sola mancha de aceite, lo más probable es que ya no le quede nada de lubricante.
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Los Focos Rojos (Puntos Débiles):
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Empaque del Solenoide VTEC: (Exclusivo de las versiones EX-R). Es un pequeño anillo de goma que se ubica en la parte trasera del motor. Se reseca con el tiempo y gotea aceite justo sobre el escape caliente, lo que produce ese olor característico a quemado.
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Junta de la Tapa de Válvulas: Comienza a «sudar» aceite por la parte superior del motor y, en ocasiones, puede llegar a humedecer las bujías.
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Sello O-Ring del Distribuidor: Deja caer el aceite justo encima de la transmisión.
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La Solución Práctica: Sustituir estos empaques o juntas.
4. Flechas Homocinéticas (El «Clac-Clac-Clac»)
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La Señal de Alarma: Cuando giras completamente la dirección (por ejemplo, en un retorno o al intentar estacionarte), oyes un golpeteo metálico y constante que proviene de la zona de las ruedas delanteras.
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¿Qué lo Provoca?: Los fuelles o cubiertas de goma de las flechas homocinéticas (ejes de transmisión) se rompen, permiten que la grasa lubricante se escape y que la suciedad penetre, lo que termina destruyendo la articulación interna.
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Cómo se Arregla: Se deben reemplazar las flechas completas. Esto se considera una labor de mantenimiento normal para cualquier vehículo con tantos años de uso.
5. Ventanas Lentas o Atascadas
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La Señal de Alarma: Cuando intentas bajar la ventanilla, el motor suena como si estuviera sufriendo una tortura. Tarda muchísimo en subir o, peor aún, requiere que lo ayudes empujando con la mano.
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¿Qué lo Provoca?: La grasa que se aplicó originalmente en los rieles se ha endurecido y convertido en una sustancia pegajosa con el paso del tiempo, y además, los propios motores eléctricos ya están agotados.
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Cómo se Arregla: En ocasiones, es suficiente con retirar el panel de la puerta y lubricar los rieles con grasa de silicona en aerosol. En los casos más críticos, será necesario reemplazar el motor del elevador por uno nuevo.
🔧 El Veredicto del Mecánico
«Lo digo con un poco de melancolía,» nos comparte Jorge Soto, «ya no fabrican vehículos como el Accord del 97. El cuerpo principal del motor F22 es virtualmente irrompible. Si se llega a romper la banda de distribución, las válvulas no se dañan (al menos en el modelo sin VTEC), la suspensión es sumamente confortable y la visibilidad es inmejorable.»
«Pero, ¡cuidado!: sigue siendo un automóvil con muchos años. Si optas por uno con caja automática, asegúrate de que la transmisión no esté patinando, ya que estas cajas de cuatro velocidades ya están llegando al límite de su vida útil. Si por casualidad te encuentras con uno de transmisión Estándar (Manual), ¡no lo dudes, adquiérelo! Con una inversión de alrededor de $5,000 pesos en piezas (como el distribuidor, cables, bujías y los empaques), lo dejas en óptimas condiciones para que circule por otros 10 años. Es, sin duda, la mejor opción de coche económico que puedes encontrar.»
Especialista en Restauración y Mecánica General
Guía de Compra para el «Clásico»

Si te están ofreciendo una unidad a un precio accesible (entre $25,000 y $45,000 pesos mexicanos), revisa los siguientes puntos para evitar caer en una mala compra:
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La Revisión Crucial de la Transmisión Automática: Si es automático, condúcelo hasta que alcance su temperatura normal de operación. Fíjate que al seleccionar la posición «D» (Drive) no demore más de un segundo en activarse. Además, verifica que no «patine» (es decir, que las revoluciones aumenten sin que el vehículo acelere proporcionalmente) al hacer el cambio de segunda a tercera marcha. Ten en cuenta que arreglar esta transmisión puede ser más costoso que el valor total del auto.
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El Indicador de Humo Azul: Acelera el vehículo a fondo. Si ves humo de color azul saliendo por el escape, es señal de que los anillos de los pistones o los sellos de las válvulas están defectuosos. Aunque el motor siga funcionando, su consumo de aceite será excesivo.
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El Estado del Radiador: Muchos de estos vehículos aún conservan el radiador original, que es de plástico y metal. Revisa que la parte superior de plástico no tenga un tono café o presente grietas. Si este componente llega a fallar repentinamente, el motor podría sufrir daños catastróficos.
Conclusión
El Honda Accord (modelos 1996-1997) dejó de ser un vehículo para impresionar al servicio de aparcacoches; ahora es un coche para aquellos que comprenden y valoran la ingeniería mecánica.
Es, muy posiblemente, el automóvil más fiable que se puede adquirir en México por un coste reducido. Si estás dispuesto a tolerar sus «dolores de la edad» (pequeñas fugas de aceite, ciertos ruidos en la suspensión o el capricho ocasional del Relé Principal), te llevarás un compañero sumamente leal que jamás te dejará a pie sin previo aviso. Es un fragmento de historia fabricado en Jalisco que se rehúsa rotundamente a desaparecer.
Redacción por Gossipvehículos






































