La falta de componentes es uno de los principales problemas que atraviesa la industria automotriz. De hecho, los nuevos modelos tanto de autos como de motos requieren microchips para sus frenos y la escasez de estos pone en una encrucijada al sector.
El problema comienza a impactar al sector de las motocicletas, así lo relatan en Moto-Station, alertando que algunos fabricantes detuvieron la producción por causa de falta de suministros de sensores de ABS.
En consecuencia, los fabricantes priorizan la producción de modelos más costosos, con el fin de aprovechar las piezas, aunque esto supone extender la lista de espera.
Aunado a esto, varios fabricantes de ABS se reparten el mercado, llegando al punto de recurrir a subcontratistas para conseguir determinadas piezas pequeñas que hacen parte de estos frenos.
Uno de estos subcontratistas se encuentra Texas Instruments, el cual ha tenido muchas dificultades para satisfacer la fuerte demanda desde la adquisición. Este contratiempo también se debe a la escasez de materia prima en términos de aleación.
«Cuando sabes que vas a recibir el equivalente a 2.000 ABS frente a los 3.000 en tiempos normales, te lo piensas dos veces antes de elegir las motos que irán equipadas con ellos y por tanto listas para la venta«, explican desde Texas Instruments
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Por su parte, el asunto parece estar medianamente controlado para la industria automotriz. La producción de autos se ha visto afectada, con modelos llegando poco a poco a las agencias y, de ser necesario, recortes de equipamiento.
Según reportes, el suministro de semiconductores se normalizaría a mediados de 2023, aunque otros estiman que la escasez podría extenderse hasta 2024. La falta de microchips ha puesto en jaque, no solo a la industria automotriz sino también a cualquier industria relacionada con electrónicos.
Redacción Gossip Vehículos Fuente: Motorpasion