Los precios del combustible en Estados Unidos se han disparado desde el pasado mes de marzo, al punto de alcanzar máximos históricos en el país y, para algunos, la solución parece estar en hackear el surtidor.
Según reseña NBC News desde la primavera se han detenido 22 personas a lo largo del territorio por manipular los ordenadores que gestionan los surtidores de gasolina o al instalar dispositivos para echar más gasolina de lo pagado. Una forma ingeniosa, pero ilegal de conseguir gasolina barata
Lo insólito es que no utilizan técnicas sofisticadas para alterar los surtidores ya que estos carecen de seguridad de alto nivel. Según ational Association of Convenience Stores, cada cuatro propietarios de estaciones asegura que los robos de gasolina aumentaron desde marzo.
Las estaciones de servicio en Estados Unidos suelen usar Wayne Fueling Systems o Gilbarco Veeder-Root, por lo que existen dos métodos para robar combustible según sea.
El primero de las técnicas usa un mando a control remoto, el cual dispone de un código, pero éste rara vez es cambiado al usado por defecto. Esto quiere decir que mencionada clave se puede encontrar en la web.
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Una de las detenciones con esta estrategia ocurrió en Charlotte, Carolina del Norte, donde una persona con control puso el surtidor en la configuración usada por los técnicos para probar la gasolina. Por lo tanto no tendría que pagar por el combustible.
La segunda posibilidad es engañar al surtidor para que este dispense más combustible de lo indicado. Para ello se usan dispositivos caseros que se fabrican con piezas de ferretería ralentizando el pulsador.
En Estados Unidos las grandes cadenas se ven menos afectadas, pero las pequeñas no cuentan con la seguridad suficiente y sufren hackeos.
Redacción Gossip Vehículos Fuente: Noticias.coches
