Ford vs Ferrari: La verdadera historia detrás de la épica rivalidad en las carreras

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Ford y Ferrari tienen una rivalidad que actualmente es de las más famosas en el mundo del automovilismo. Incluso, se podría decir que se trata de una saga producto de sus hitos a lo largo de los años.

Tras un acuerdo comercial fracasado entre Ford y Ferrari, el primero decidió invertir millones para recuperar su reputación. Mientras que el fabricante italiano vendió su participación a un tercero.

A partir de ese momento, las carreras donde competían ambos fabricantes se volvieron duras tanto en el asfalto, como fuera de ellas. Ahora bien, dicha rivalidad dio lugar a autos deportivos icónicos.

Los aficionados a las competiciones a motor en los años 60 donde se involucraron ambos fabricantes fueron trepidantes. De hecho, avanzando un poco en el tiempo, la película Ford vs Ferrari (2019) Matt Damon y Christian Bale que contaba la historia entre las marcas logró un éxito en taquilla.

¿Qué pasó realmente?

La disputa se remonta a 1960 cuando un cambio de hábito en las compras de autos en Estados Unidos motivó a Ford a crear su primer deportivo. Para esa época había un creciente interés por vehículos rápidos, sobre todo, por el público joven.

Sin embargo, para ese momento el fabricante americano no tenía nada cercano a un auto deportivo en su cartera para facilitar el desarrollo. La solución de Henry Ford II y su equipo fue adquirir un Ferrari.

Para la época, Ferrari dominaba las carreteras y comercializó autos de calle solo para apoyar sus esfuerzos en la pista. Esto parecía el inicio de una alianza fructífera para ambos lograr sus objetivos.

Al principio, Enzo Ferrari veía con buenos ojos la propuesta y tras largas negociaciones, todo indicaba que llegaría una firma. Sin embargo, Ferrari dio un paso atrás a última hora, alegando no estar listo para pasar el control del programa a nadie.

Esta cláusula tuvo que haberlo enfurecido, ya que Enzo criticó fuertemente e Enrique II criticando sus “autos feos” y su “fábrica fea”. También llegó a decir que Enrique II no estaba ni cerca a la experiencia de su abuelo.

Todo empeoraría cuando Ferrari vendió la mayoría de las acciones a FIAT. El fabricante americano vio esto como una estafa del caballo rampante para hacer que FIAT subiera el precio.

Llevando el conflicto a la pista de las 24 Horas De Le Mans

Ford se sintió humillado por cómo se desenvolvieron las cosas, por lo que decidió construir un auto deportivo capaz de ganarle a Ferrari en las 24 horas de Le Mans. Así vio la luz el legendario Ford GT40.

La tarea de construir el auto corrió por cuenta del Grupo de Vehículos Avanzados de Ford en el Reino Unido. La tarea se logró con rapidez, pero no con éxito, ya que las primeras unidades del GT40 eran veloces, pero inestables. Ford no vio recompensa en las 24 Horas de Le Mans de 1964 y 1965.

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Las cosas cambiaron gracias a la alianza con Carroll Shelby, un diseñador de autos de Los Ángeles, quien junto al ingeniero Ken Miles reinventaron el auto.

El manejo, la estabilidad y la aerodinámica mejoraron y los resultados en pruebas fueron satisfactorios, sobre todo, cuando en este último apartado.

Después, Phil Remington, ingeniero de Ford solucionó las fallas en los frenos, por lo que el GT40 MK II estaba listo para una prueba final. La unidad de potencia estuvo entre 24 y 48 horas en el dinamómetro, para medir la fuerza y velocidad. Apenas se confirmó que el auto era acto para concluir las 24 Horas de Le Manz, comenzó la nueva era de rivalidad.

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Al final, Ford venció a Ferrari en 1966 con claridad, por lo que Enrique II disfrutó de su veloz auto durante dos años. El Ford GT40 MK IV también ganó Le Mans en 1967.

Redacción Gossip Vehículos Fuente: Hotcars