El sector automotriz hace frente a una innovación sin antecedentes. Un escenario disruptivo que ya ha tenido efecto sobre 35.000 trabajadores, nada más en España. Pero no es un problema local, sino mundial.
Industriales de todo el mundo están en vías de este gran cambio como es un auto eléctrico. Una transformación para la que están invirtiendo grandes cantidades de dinero, pero además está siendo utilizada como argumento para despedir a miles de trabajadores.
Las marcas están apresurando sus planes hacia los autos eléctricos, aunque hay quienes creen que hasta 2030 estos no se establecerán por completo. Si bien, prácticamente todas las corporaciones prevén que un auto eléctrico acabe siendo imperioso y por ello desde hace meses vienen anunciando sus planes de reestructuración.
¿Y si los autos eléctricos no triunfan? ¿Qué sucederá si se despiden a todos esos trabajadores que hacen los autos que sí se venden y sólo se invierte en producir carros que los usuarios no acaban adquiriendo?
La electrificación de los autos es una opción que tiene en vilo a la fabricación, como bien manifestaba Carlos Tavares, presidente de Stellantis y además de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA): «Si los fabricantes de automóviles europeos no venden suficientes vehículos eléctricos acabarán arruinados con multas. Esto nos obliga a reservar volúmenes significativos de baterías con los proveedores asiáticos, que nos esperan con una gran sonrisa». Una transición que según el directivo pone «en peligro los empleos de 13 millones de personas en Europa«.
Tesla es una de las corporaciones que se vio obligada en reestructurar de gran manera su equipo, pese a ser uno de los mayores industriales a nivel mundial de autos eléctricos. En 2018, Elon Musk informó despidos del 9% de la nómina para subyugar costes y optimizar su rentabilidad. Unas 4.000 personas que fueron despedidas para «acelerar la transición del mundo a energías limpias y sostenibles«, según explicaba Musk.
Pero no fue suficiente, ya que al año siguiente informaba otra ronda de despidos del 7% de la nómina, para subyugar la cantidad de empleados de Tesla a unos 38.000 trabajadores, de un total de 46.000.
«Tesla necesita hacer estos recortes además de incrementar la tasa de producción del Model 3 y de hacer muchas mejoras de la ingeniería de fabricación en los próximos meses«, argumentaba Elon Musk. Pese a que el 2020 de Tesla fue enfático en bolsa, durante la pandemia Elon Musk cortó entre un 10 y un 30% el salario de los trabajadores.
General Motors también notificaba una significativa reestructuración, con el cierre de cinco plantas en Norte América y el despido de 15.000 empleados. La oferta fue centralizar el desarrollo de autos eléctricos, dejando de producir hasta seis modelos: los Cadillac XTS y CT6, Buick LaCrosse y Impala, Cruze y el popular Volt.
Ford, la compañía abordará un plan para economizar 600 millones de dólares anuales en una reestructuración que desairará de 7.000 puestos de trabajo en todo el mundo. El semejante al 10% de su fuerza laboral y donde también se verán presumidos los puestos directivos, cercenados en un 20%. Entre la mano de obra afectada se encuentran 2.300 operarios en Estados Unidos y más de 5.000 puestos en Alemania.
Jaguar Land Rover recortará alrededor de 4.500 puestos de trabajo para «enfrentar una desaceleración de las ventas en China y una caída de la demanda de vehículos diésel«, un despido que se suma a los 1.500 del 2018 para dejar a la corporación con unas 44.000 personas. El plan pasa por electrificar sus instalaciones para inaugurar una futura gama «made in UK«.
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Audi advirtió recortes del 11% de sus empleados en Alemania de aquí a 2025, esto se traduce a unos 9.500 puestos de trabajo. El objetivo es economizar unos 6.000 millones de euros. Si bien, la compañía también expone que creará unos 2.000 nuevos puestos en el área del movimiento eléctrico, con hasta 300 millones de euros invertidos para adecuar industrias como la de Neckarsulm en la producción de carros eléctricos.
Volkswagen dejo saber de su transformación digital dando por familiarizado que implicará en la pérdida de entre 5.000 y 7.000 empleos para 2023. «La realidad es que fabricar un automóvil eléctrico implica un 30 % menos de recursos que uno con motor de combustión interna. Eso significa que tendremos que hacer recortes de empleos«, exponía Herbert Diess, CEO de Volkswagen.
Redacción: GossipVehículo y Fuente: Xataka