El «pluggate» amenaza al coche eléctrico: puntos de carga en Alemania ofrecen menos carga de la que se paga.
Puntos de carga en Alemania cobran a los propietarios de coches eléctricos más de lo que cuesta la carga
La poca cantidad de dispositivos de medición y calibración hace que la red de recarga pública se ponga en entredicho luego de denuncias de algunos medios de comunicación alemanes, donde argumentan que el cliente recibe hasta el 20% menos de la carga que paga.
Ver también: Volskwagen venderá su “wallbox” para la recarga de su auto eléctrico VW D.3
Las infraestructuras de recarga son las claves en la expansión del auto eléctrico, puesto que como sabemos existe una limitada autonomía para este tipo de movilidad, lo que todavía representa un problema.
Noticias por Focus -y corroborada por ADAC- toman especial importancia, ya que no solo se está violando la confianza del cliente en el proveedor de servicios, sino que esto puede hacer que el área de autos eléctricos en cuanto a venta se vea afectada.
Focus argumenta que al no existir un sistema de calibración adecuado en los puntos de recarga alemanes es imposible orientar al cliente cuánto ha recargado y cuánto debe pagar por ese servicio.
El Gobierno de Alemania aprobó en 2017 una normativa a través de la cual se obligaba a los operadores de carga instalar medidores de energía antes del 1 de abril de 2019.
A pesar de eso no se ha iniciado, llegando IONITY a comunicar que renunciaba a instalar este tipo de dispositivos pues no se encuentran en disponibilidad para los cargadores rápidos de corriente continua.
ADAC lo demuestra
Las redes de carga se mantienen operativas sin que el Gobierno alemán aplique sanciones al respecto, puesto que existe cierto miedo de hacer colapsar el mercado de vehículos eléctricos en el país.
Allgemeiner Deutscher Automobil Club (ADAC), realizó diversas pruebas con base a ese espacio que permitieron comprobar hasta qué punto es cierto lo que se ha venido diciendo.
Una de las pruebas de carga del 0 al 100% con un Ford Mustang Mach-E con sus 88 kWh útiles resultó en un total de 104,3 kWh, es decir, se perdieron 16.3 kWh o el 18.5% de la energía. Si lo llevamos a euros en una carga ultrarrápida con un coste de 0,6 euros el kWh, el cliente del Ford perderá unos 9,7 euros, equivalentes a unos 90 km de autonomía.
La situación en España
El portal especializado forococheseléctricos.com realizó una consulta entre diversos operadores de puntos de carga de nuestro país para conocer el problema.
Easycharger, es una empresa que ha «comenzado a instalar contadores propios inteligentes (con gestión remota) de forma que sea posible medir tanto la energía real que entra como la que sale. Es decir, la que nos vende la distribuidora y la que nosotros entregamos al usuario de VE. Esto, por un lado nos aporta seguridad y, por otro, podemos garantizar total transparencia en la energía que vendemos al cliente».
Wenea notifica que ha cumplido «con todos los requisitos de la normativa actual y, además, participamos activamente en los grupos de trabajo que se han creado para la normalización de la metrología en los puntos de recarga, abordando este tema de la mejor forma posible tanto para operadoras como para consumidores».
«Abogamos, también, por una transparencia total de cara al usuario final, sobre todo en lo que respecta a precios y potencias, y apostamos por la elección de cargadores con altos estándares de calidad que minimizan las posibles pérdidas de energía, cumpliendo así con la normativa vigente en España», concluye.
Redacción por Gossipvehículo/Fuente: www.motor.es