A partir de 2035 desaparecerán de los concesionarios los automóviles nuevos con motores de combustión interna (incluyendo híbridos). Además, será más costosa la gasolina a los que ya están. Las políticas de la UE también se aprovecharán de los combustibles y sus impuestos.
La Unión Europea decidió cortar por lo sano en 2035: no habrá más autos nuevos con emisiones de carbono en el escape, lo que elimina los motores de combustión interna y les pone fecha de caducidad.
La pregunta es qué pasará con el combustible que se deberá repostar a los millones de unidades que aún circulen por las carreteras y matriculados con anterioridad. La mayoría de origen fósil y por tanto de emisiones de carbono y otras emisiones nocivas.
Ahora los combustibles con más carga fiscal para automoción son la gasolina y el gasóleo, los más comunes. Aunque también hay otros combustibles como de origen gaseoso: GLP o Autogas, GNC o gas natural comprimido, y GNL o gas natural licuado.
La Comisión Europea anunció que la Directiva sobre fiscalidad de la energía será revisada y terminar con las exenciones fiscales que aún rigen y que serán obsoletas en el futuro. El caso del famoso «impuesto al diésel», que llegará, es una reducción de una bonificación del gasóleo por la gasolina.
La nota de prensa indica: «El régimen fiscal para los productos energéticos debe salvaguardar y mejorar el mercado único y apoyar la transición ecológica mediante el establecimiento de los incentivos adecuados». En pocas palabras, retocar los impuestos.
Los combustibles de origen gaseoso se adaptaron para reducir las emisiones de carbono y las perjudiciales para la salud, aunque siguen siendo energías fósiles. Por ello gozan de una fiscalidad reducida y movilizarse con estos combustibles es más económico que con gasolina o gasóleo (por lo general).
La mayoría de fabricantes no usan esta tecnología en modelos nuevos, con excepciones, pero son una opción razonable a 12 años vista. La propuesta a la Comisión Europea de reformar la citada Directiva, es acabar a partir del 2023 con estas exenciones o bonificaciones de forma gradual. En un periodo de transición de 10 años, los impuestos se incrementarán.
El resultado es que repostar GLP o GNC sería más caro a partir del 2023, pues estaba congelada su fiscalidad. Pese al incremento de precios que habrá, no hay que entrar en pánico, que gasolina y gasóleo pueden aumentar igual. Son varias las opciones.
Esto se hace para que los europeos consideren más lo de pasarse de la combustión a la electricidad. Hay que tener en cuenta que hoy día es de cuatro a ocho veces más económico recargar baterías que llenar depósitos de combustible fósil para hacer kilómetros.
Millones de vehículos necesitarán repostar combustible en los siguientes años, por lo tanto hace falta opciones más ecológicas y que sean asequibles. Habrá que considerar tener un coche que funcione con gas (de serie, o adaptado) a partir de 2023, Más allá de 2033 también, pues la gasolina y gasóleo seguirán siendo costosos. La detalle es si existirán opciones ecológicas o renovables para no penalizar a quienes no puedan o no quieran pasarse a los enchufes.
Es verdad que hay iniciativas muy interesantes para lograr combustibles sintéticos o de origen renovable y así mover al parque móvil en las próximas décadas, Sin embargo, no se ha resuelto a la escala necesaria ni el tema de los precios. Lo de viajar más barato con autos de combustión interna usando gas también tiene una fecha de caducidad, pero por otros 12 años será una solución razonable. Hasta el día en que con un eléctrico sea tan económico desde el primer kilómetro. Habrá que adaptarse.
Redacción gossipvehiculo con fuente motor.es